martes, 1 de mayo de 2012

1 de Mayo del 2012, la lucha desde vall d' Uixó

1 de mayo del 2012,la lucha desde vall d' Uixó.
Madrugada de 1 de Mayo, hasta mi colchón llega el aroma fresco del campo mojado tras las lluvias , la luz anaranjada y blanquecina entra por la mi ventana. Retiro la vieja manta agujereada que me cubre y desayuno té aguado. Los perros ya desde las primeras horas tienen ganas de pasear. Mayo les agita, les exalta y les invita a los gozos de la vida. Abro al puerta y salen despedidos cuesta abajo galopando. Ladran a sus compañeros enjaulados, que atronadores lanzan blancas colmilladas tras las rejas. Mayo es fuerza, es deseo de libertad, es instinto, es vida, es sangre.
A los primeros pasos dados por los bancales abandonados se ve el campo repleto de rojas amapolas, filas erguidas de espigas de avena silvestre verdeando, han rebrotado tras las lluvias y llegan hasta los troncos huecos, negros moribundos de los ciclópeos algarrobos. Por todas partes un manto verde surge por una tierra abandonada, árida y vieja, que al finalizar mayo se marchitará. En las pequeñas huertas caseras, de los hoyos de la tierra surge la semiente sepultada buscando la luz del día. En Mayo el campo llega a su plenitud, es cuando la naturaleza pare a casi todas sus criaturas; y en Mayo los obreros, los más queridos por la vida, celebran su día.
Hoy 1 de Mayo, me gustaría que se cantarán con convicción los viejos himnos del pasado, que fuera un 1 de mayo ejecutivo, que dieran un paso adelante los obreros en está guerra que los liberales han provocado, y a la que debemos responder cómo los antiguos trabajadores del 36 lo hicieron a los alemanes, italianos, moros y falangistas que vinieron a dominarnos.
Si entonces se empuño la metralleta contra Franco, contra Mussulini, contra Hitler. ¿ Por qué no empuñar las armas con Rajoy, contra Merkel, contra los mercados? ¿Acaso no soy yo hijo de esa estirpe de héroes que lucho por la libertad? Sin embargo en los últimos 1 de Mayo he escuchado muchos cantos apagados. ¿De que clase de hombres estoy rodeado? Se nos anuncian castigos, sufrimientos, miseria, y se acepta de forma resignada. ¿Cuando se ha visto eso? Yo no me resigno y lucho y lo prefiero a morir arrodillado. Veo en cuantos me rodean marcados por la señal de las cuatro cruces sobre su frente de bueyes mansos: conformismo, insolidaridad, apocamiento, y la huella repugnante que les ha dejado el vicio. !Qué entrañas hay que tener pasar pasar de lejos sobre el sufrimiento del compañero! Compañeros a las armas. El 1 de Mayo debe ser violencia, torrenteras de sangre bajo un sol cálido, una embriagadora brisa suave del mar, el zumbido de las abejas polinizadoras, el estallidos de los besos de dos jóvenes amantes junto al pórtico de una iglesia , y el canto del acero metálico afilado de cuchillos que han de quitarnos el yugo que nos han colocado. El 1 mayo debe ser el día donde con la corbella aferrada a nuestras negras y encallecidas manos cansadas de tanta miseria, de tanta injusticia, de tanta amenaza por parte del liberal, agotadas de desesperarse, en que le seguemos el cuello de los banqueros, los liberales, a los empresarios, que nos conducen a una vida miserable, inaguantable, intolerable.
Sin embargo ante de partir para las manifestaciones: Escucho romper las gloriosas trincheras de la guerra del 36 que nos defendieron de los falangistas. Oigo caer la piedra de la mampostería vencida, y el motor de una moto de trial conducida por un obrero en paro que se aleja destruyendo la belleza del monte por capricho. Veo su espalda de cobarde alejarse monte arriba, y el viento me trae la megafonía de la pista de atletismo donde los liberales ajenos al clamor de la calle preparan eventos deportivos, carreras, y club de la comedia por la tarde a 15 euros la entrada para dar la recaudación a la iglesia. Pueblo, obreros, parias de la tierra: ¿Vamos a dejar que esos viles asesinos liberales se diviertan mientras nosotros gritamos por el derecho a existir en las calles? ¿Vamos a permitir en los días cálidos y fríos, de soles y lluvias de Mayo, a los obreros que se agolpen en los bares, hagan colas en las taquillas del fútbol, paseen por la playa, compren en mercadona, en vez de preparar las barricadas? No, no, no, jamás- grita conmigo el pueblo bueno, honrado y trabajador que celebra el 1 de Mayo. Contigo a las armas Angelillo, a matar obispos, a violar monjas, a fusilar patrones. Pueblo: Debemos empezar no atacando al liberal, si no recomponiendo nuestra unidad, recomponiendo la disciplina. Vamos a segar por abajo la mala hierba hasta llegar a las ramas del árbol que debemos podar. Por qué entre los nuestros desgraciadamente hay también mala hierba que no se ha podado.
Por eso el 1 de Mayo los bares abren, los supermercados abren, los obreros pasean, van a la playa, toman el sol, recogen flores, hacen remiendos, incluso aprovechan el día para hacer el amor con la parienta, y se mantienen de ésta forma alienados, ajenos a su propia condición de clase. No vamos a permitir que no piensen en otra cosa más que en acabar con la vida de su patrón, de los liberales, de las autoridades incompetentes que ya no son legitimas, y ahí debemos estar nosotros, los que sentimos Mayo y sus revoluciones, sus claveles nacidos del sudor de nuestras laureadas frentes. Al volver a casa miro con repugnancia a mis vecinos. Hoy ofrece aspecto de domingo la montaña de San Antonio. Esas casas humildes, mal construidas, realizadas por trabajadores alpargateros de la fabrica de Segarra , que tanto supieron lo que era le látigo del patrón, y que tanto deben agradecer a los sindicatos que en su lucha les proporcionaran una jubilación digna. Hoy, cómo era de esperar, se encuentra repleta de gente San Antonio.
Mi vecino contiguo, con la radial corta entretenido baldosas, y no me deja componer estas lineas que deben ser publicadas sin falta hoy, o perderán su sentido. Salgo a la puerta para espiar cuantas le quedan por cortar, le saludo y me devuelve el saludo con la cabeza siguiendo su faena, si supiera lo que pienso... Y veo agitarse frenéticos a los perros de otro vecino, cuya caseta está unos metros más alejada. Ladran histéricos al escuchar el coche que pasa por mi puerta girándome la cara el conductor, pues no nos hablamos desde hace tres años, sin que haya sabido jamás cual fue la causa de su disgusto cuando antes eramos amigos, pues aquí es muy común el hoy ser los mejores amigos y mañana enemigos mortales. El coche aparca, los canes tiran de la cadena felices de recibir la visita de sus amos. Entra el batueco con la paella de los domingos bajo el brazo y la batueca coja de su mujer desgraciada a causa de una operación de cadera, lo hace con una pequeña nevera de hielo donde lleva el conejo, la bachoqueta, el tomate y el pollo troceado. Indiferentes a todo celebran el 1 de Mayo al grito hipócrita: Qué luchen otros, que nosotros estamos bien. El batueco recoge leña y enciende el fuego. La radial de mi vecino ha parado y ahora empiezan unos martillazos, pero son menos escandalosos, así que vuelvo al ordenador para ponerle fin a estás lineas e irme, pues podría extenderme y extenderme contando la mala sangre de mis vecinos, su incultura, su indiferencia hacia otra cosa que no sean ellos mismos. Mis vecinos no es que sean la excepción, toda España es San Antonio y así nos va. Pero yo debo hablar de lo que quería, que el 1 de Mayo debemos vencer a estos farandules que nos paralizan, que se aprovechan de la lucha de los demás, igual que debemos vencer a los Cándido Méndez los Toxo y salir con violencia a ganar está guerra contra esos monstruos liberales.
Sigamos a Angelillo de Uixó.

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