domingo, 29 de mayo de 2011

martes, 24 de mayo de 2011

Los indignados, esperpento ibérico





Indignados, esperpento ibérico.

Cuentan que un pueblo miserable y andrajoso como es el español ha emprendido una revolución.
Cuentan que su juventud son peregrinos que vuelven ha encontrarse en las plazas con los ancianos guerrilleros.
Cuentan, cuentan, cuentan, cuentan...imbecilidades.

Camina por las grises calles de Castellón un viejo anarquista y un joven que quería aprender la caduca ciencia anarquista.
Avanzan con el corazón emocionado a la plaza donde están los indignados.
Por el monótono paisaje de fincas de cemento se sucede la misma imagen: moles de 5 alturas repletas de antenas, ropa tendida y bajos destinado a un mercadona. En torno a cada mercadona caracoles humanos agolpados en las puertas de cristal. Son los mendigos con sus petates, peripatéticas criaturas abobadas con los ojos bizqueantes en blanco, babeantes, arrodillados ante la mirada de todos, con los brazos en cruz y un bote abierto para que les den limosnas. Entre los transeúntes se encuentran hermosas y jóvenes rubias rumanas, ligeras de ropa, venden su cuerpo en la calle. En los parques las jóvenes latinas españolas de barrios obreros empujan los carritos de los bebes. Se escucha la sonrisa de los neonatos. Son conscientes las madres de que no tienen futuro esos chiquillos en un país sin trabajo, lleno de oportunistas corruptos, con una sociedad fragmentada y sin expectativas de nada bueno. Lanzan las madres miradas de odio y rencor a los bebes que juegan con un peluche. Les llega de su vientre a la nariz un gran hedor que se junta con el dolor y la rabia por haber parido para hacer sufrir a sus hijos.
Una madre con el pensamiento ofuscado por las deudas, con deseos de tirar el carro con el bebe a los coches que pasan a toda velocidad y luego arrojarse ella por el puente tropieza con el anciano anarquista. El bebe del golpe empieza a llorar. La madre se lanza hacia él, lo saca del carro temblando, lo abraza, lo besa y rompe a llorar.
El anarquista Mijail y Parua la asisten. La mujer les cuenta como su marido ha perdido el empleo, les han embargado y no tiene ayuda de nadie. Mijail saca su cartera y le da todo lo que tiene. Siguen su camino.
Atraviesan las avenidas comerciales, en ellas encuentran apostados alrededor de los coches patrullas los fantoches del orden disfrazados de sado masoquistas: gafas negras, azules uniformes, botas militares, gorras, porras, esposas, bandera de España, y pistolas cerca de la entrepierna. Agitan los agentes las manos cubiertas por guantes negros, acarician impacientes la culata del revolver mientras muerden un palillo dejando ver sus colmillos de doberman.
El anciano observa la plaza a lo lejos.
A Parua se le sobrecoge el corazón. Paran para recrearse en la escena , el joven emocionado le comenta a su maestro Mijail:
- Camarada Mijail, me parece estar viviendo la película “ tierra y libertad” que hermoso es ver un pueblo luchando contra la tiranía del capital.
-Si joven Parua- contesta Mijail contemplado a lo lejos como las filas de la masa semejan la forma de una serpiente enorme – a ti te parecerá una película de youtube, pero yo revivo mis tiempos mozos cuando luche contra el fascismo, un enemigo equivalente al modelo corporativo capitalista actual contra el que se lucha. En la guerra fui muy feliz Parua.
Mijail entrecierra los ojos, sueña transportándose a esa gloriosa etapa de la historia española y sigue hablando:
Recuerdo Parua el día de mi cumpleaños de 1938, orgulloso de mis 20 años. Estaba de guardia en el campanario de la iglesia de Vall d' uxió cuando escucho a lo lejos un ruido de avión. Escucho atento, cierro los ojos y disparo con mi carabina para cazar codornices y derribo un bombardero alemán.
! Tendrías que haberme visto Parua! Los compañeros hicieron una gran fiesta. Tocamos las campanas y me nombraron en asamblea sargento. Pero volviendo a la actualidad, es maravillosos lo que esta pasando. El deber de los veteranos es asistir a los jóvenes y ayudarles, o la revolución morirá.
-Camarada Mijail ¿ y como es posible que en la crisis que lleva estacionada en nuestro país más de 3 años hasta este momento no se hiciera nada? - pregunto Parua que por ser joven era algo ingenuo.
Parua, nos equivocamos. Decíamos los anarquistas con soberbia que la gente no se movía debido a que eran indiferentes a todo excepto a la cerveza y gran hermano, carentes de empatía extirpada por el modelo fascista capitalista. Nos acostumbramos a juntarnos en estos últimos meses debatiendo esta situación, y acabamos cantando el réquiem de Mozart por la case obrera. Intentamos movilizar a la sociedad haciendo divertidos conciertos y teatrillos, pero no funciono. Llegamos a una conclusión que dimos por buena por ser rápida, fácil y nos salvaba de responsabilidad. La aceptamos todos los hermanos anarquistas muy contentos.
¿Y que conclusión era maestro?
Parua ¿Estás preparado para conocerla? ¿ crees que podrás digerirla?- interroga Mijail intentado adivinar con sus ojos de viejo topo el alma del joven Parua.
Si maestro- responde Parua.
! Tu no estás preparado para conocer la verdad !- dice Mijail.
Si maestro, por favor no me deje usted así o me afilio al partido popular.
Esta bien- responde Mijail suspirando y rindiéndose- somos muy pocos afiliados así que te lo diré. En una asamblea antes del partido Madrid- Barcelona de champion llegamos a la conclusión los compañeros y compañeras de que no había conciencia social y por lo tanto era imposible movilizar a la gente, así que nos dedicaríamos a hacer panfletos, conferencias, conciertos y teatro, pero del bueno: Hamlet, fuente Ovejuna, Los miserables. Y mira tu por donde si que hay rebeldía. Aunque también te confieso que durante estos tres años de crisis hemos hecho cosas iguales a las que se están haciendo, pero nuestros servicios de propaganda no ha informado debidamente, ni supimos ocupar las plazas y por lo tanto lo que hicimos se ha quedado en nada. La verdad es que estos jóvenes lo están haciendo mejor que nosotros pese a no tener nuestra experiencia organizativa, ni nuestro espíritu superior de combate. Te recuerdo que nuestra organización ha conocido la guerra, ha quitado muchas vidas de burgueses, policías, políticos. Pronunciar nuestro nombre deba más miedo que nombrar el del mismísimo gran Atila, Dios lo tenga en su gloria.
-Pero ¿ Es que se había hecho algo antes de los jóvenes indignados?- pregunta intrigado el joven Parua pasándose las manos con gomina por la cresta del pelo que se le había bajado al ver a la policía.
-Si hijo mio, al principio de la crisis en el 2008 hubo asambleas como las actuales donde planteábamos hacer cooperativas, trabajar la tierra, bancos de tiempo, encarcelar a los banqueros, nacionalizar la banca y cosas semejantes.
-Pues no tenía ni idea- comenta perplejo Parua-¿ que paso para no funcionar? ¿ Es que la gente estaba muy ideologizada? Los jóvenes de las plazas hacen propaganda de que tener ideología es cosa de satanás y por ello debe ser rechazada. A los que padecen de este mal les hacen exorcismos. Incluso van a hacer hogueras para quemar libros como el capital de Marx, Dios y el estado de Bakunin, las obras de kroposkin, Unamuno y Ortega y Gasset.
El único libro que no quemaran será la constitución por opinar que es un libro sagrado. Su revolución es por velar la ortodoxia constitucional. Dicen ser los sacerdotes de la constitución y la democracia a la que le han hecho un templo en la plaza para guardar el libro.
Bueno joven Parua, cada revolución quema sus cosas, nosotros también quemamos cosas en la guerra. Es un mal inevitables en las revoluciones.
Si lo se, lo vi en tierra y libertad- responde rápidamente Parua- . Yo tampoco estoy muy conforme en que se quemen las ideas de los sabios.
Si es eso lo que piensan los jóvenes revolucionarios creo que se equivocan- opina serio Mijail- No conocen el estado de las organizaciones sindicales ni políticas. Todo se ha relativizado tanto hasta diluirse. Ya no existe las ideologías como cuando yo era joven Parua. Incluso en las asambleas de parados que imitan los indignados, nacidas en sindicatos y partidos políticos de izquierda del 2008, entre los asistentes que eran la mayoría afiliados no tenían la mínima intención de hacer la revolución. Jamás escuche hablar de suprimir la propiedad privada, acabar con el estado, el capital etc. Solo se hablaba de la tierra, de los tomates, de cooperativas muy rudimentarias y sencillas, coger tierra y ponerse a producir, nada más.
Parua, será mejor que nos acerquemos y no tengamos prejuicios antes de saber lo que dicen los revolucionarios, aunque por tus preguntas y contestaciones ha nacido un negro temor en mi corazón, mucho me temo encontrarme el panorama de las asambleas de parados del 2008 y no una revolución.
-Tiene razón maestro- responde Parua- acudamos, yo también empiezo a tener un oscuro temor.
A paso más calmado llegan al campamento de la plaza, hay tiendas de campaña, mesas con prensa, carteles colgados donde se lee:
“ Aquí se hace la revolución y se baila”
“España revolución y Amor”.
Bajo un enorme cicus situado en el centro de la plaza un micrófono aguarda a que los manifestantes hablen, en el fondo se halla la sobria construcción con aires de templo griego del edificio de gobernación. Los coches pasan indiferente por la plaza.
En plaza la gente se abraza, hace yoga, leen a buda.
Los indignados son muy jóvenes, parecen en su mayoría estudiantes y funcionarios obesos, no parecen muy afligidos. No hay trabajadores de verdad: gente del campo, mineria, acerias...
Los manifestantes visten con ropa limpia, están bien nutridos, sus cuerpos parecen poco curtidos por trabajos duros. Hablan con dulzura en dos idiomas: castellano valenciano, leen sus propuestas consiste en frases panfletarias:
El primero de los jóvenes ante el micrófono habla. Posee mirada brillante y alegre, no parece muy indignado, con jovialidad realiza su llamamiento:
-Buscamos ideas para la revolución, quien las tenga que nos las diga, pero rechazamos las ideologías, al igual que la violencia, las dos cosas son lo mismo.
Aplausos.
Turno de otro joven, viste pantalones medio caídos, camisa con la imagen del dálai lama, barba negra y recortada, pendientes en las orejas, es blanco de piel, delgado pero sin muestras de deficiencia vitamínica, anémica o de haber padecido difteria:
-Trabajaremos las tierras, quien tengas tierras sin trabajar y nos las quiera ceder nosotros les daremos rendimiento.
Da el paso a una chica algo nerviosa, habla con el timbre de voz entrecortado, lleva una camisa muy corta dejando ver el ombligo y un vientre plano, redondo, sonrosado, erótico:
-Formaremos cooperativas ecológicas-
No dice nada más, callada sonríe ante los aplausos, tiene 16 años y aspecto de ángel.

El anciano anarquista comprende que todo esta perdido, son los mismo y fatídicos mensajes del 2008 pero publicitados globalmente. El anarquista sabe que los trabajadores de verdad cuya unión sería la única esperanza del movimiento seguirán produciendo en los centros de trabajo y no se unirán a los perroflautas eco-pacifistas-neobudistas- cabalistas-pijos.
Los jóvenes están solos y desorganizados, carentes de principios ideológicos, repiten la asignatura de religión y ciudadanía del colegio :
-Paz, amor, Cristo, constitución y democracia.
El anarquista con lagrimas en los ojos se va, se despide diciéndole a Parua que no se percata del dolor de su maestro ya que esta embobado con la angelical chica:
- Parua, lo único que puede parar al violento capitalista es la sangre, cuando se cometa el primer crimen de parte de alguno de los dos bandos habrá revolución. La sangre derramada une a las personas más que los abrazos, una vez te ensangrientas ya no hay vuelta atrás.
Parua al igual que otros jóvenes crestudos tiene la galla cresta levantada del todo. Corre a felicitar por su elocución a la joven y darle su apoyo y servicios para su cooperativa. Todos se abrazan y nadie parece indignado.
El clamor de la revolución no se puede silenciar en el estado Español.
A más de 350 kilómetros de distancia un ministro felón del interior da auditoria aun enano espía que estaba en Castellón.
El ministro llama al presidente de España y a un banquero que están ocultos en un armario temiendo ser guillotinados por sus crímenes.
-Habla ya enano o tiro de tu orejas- exhorta el ministro del interior.
El enano asustado habla a los tres felones:
-Grandes de España, os contare a sus mercedes lo que yo Ramiro Pacheco el enano de los servicios de inteligencia de España he escuchado de los malvados revolucionarios. He aquí sus peticiones:
Punto 1 Quieren hacer cooperativas pero no saben de que. Al parece quieren trabajo, insisten mucho en eso.
Punto 2. Como no saben que hacer dicen que trabajaran la tierra por ser trabajo sencillo, ecológico, divertido e inmediato. Venderán tomates ecológicos a precios populares.
Punto 3 No tienen ideología más que la de abrazar a todo el mundo. Incluso a mi me han abrazado cuando trepaba al árbol para espiarles. Iba disfrazado de tronco, pero me han interceptado y preguntado si estaba haciendo una obra de teatro. Evidentemente les he dicho que era seguidor Felix Rodrigez de la Fuente y que quería abrazar una paloma. Mi explicación les ha festinado y de un empujón me han lanzado hacia arriba del árbol.

El presidente de España más tranquilo le da prisas al enano:
-Venga enano que tengo a Obama y al secretario del FMI esperando mis noticias de la revuelta. No quiero acabar como mi amigo el presidente de Egipto exiliado.
Perdone mi señor- dice el enano y continúa:
Punto 4 quieren hacer bancos de tiempo e intercambiar servicios, si uno es electricista y otro es carpintero el electricista hace una instalación en la casa del carpintero y el carpintero le hace una cruz en la casa del electricista, y así siguen las cosas. Como ven es idealismo y poco más, mucha paz, amor y poca revolución.
El ministro del interior y los otros felones se miran extrañados. Exclama:
Coño Presidente, tan asustado y no es nada. ¿Tomates, bancos de tiempo, amor? Pero si se trata de una perroflautada como en el 2008, y nosotros acojonados. Creo que nos dejamos llevar por la palabra indignación.
El banquero ríe histérico, tiene una sonrisa satánica, el rostro se le enciende en fuego:
Jaaa,. Jaajj, jjaaa. Aquí no va a pasar nada, llevarles chocolate que paga el santander.
Enano espía- dice el ministro señalando con el dedo y amenazando con tirar de sus orejas- vuelve a contar todo que no lo entiendo, y es que no lo entiendo:
¿ Se manifiesta la gente para hacer huertos urbanos, plantar tomateras, abrazarse...? Después de todo lo que hemos hecho. ¿Solo piden eso? ¿ No piden nuestras cabezas, ni la de los empresarios? Mira que mucha gente se ha suicidado y pasado muchas miserias.
El ministro mira al presidente y al banquero que ríe histericamente.
- jajjja, jaaaa, jaaa, jaaaa, soy un ladrón impune, no me matarán, no me matarán , jaaaa, jaaaaa, jaaaa.
El ministro está pensativo, le cambia la cara y grita:
- Bajo la mesa felones, es una trampa, los revolucionarios nos mataran. ¿Creéis sinceramente que después de habernos cargado tanta gente respetaran nuestros cuellos? Es una revolución de indignados, vendrán, nos sacarán al patíbulo y nos matarán, o peor, nos quitaran los privilegios.
Los tres felones se meten bajo la mesa, menos el enano al que tiran por la ventana ya que no cabe. Afortunadamente fue a dar sobre una embarazada que con su enorme pacha amortigua la caía.
Al quedar muy bien como decoración los enanos en el jardín la señora lo lleva consigo. Allí el enano espía a los caracoles, los pulgones y saltamontes.

Angelillo de Uíxo, el único indignado, en homenaje al anarquista que mato a Cánovas del Castillo, Angiolillo, un autentico revolucionario: nunca dio un abrazo.

sábado, 21 de mayo de 2011

jueves, 19 de mayo de 2011

Platero y el anarquista. basado en hechos reales





Platero y el anarquista. Basado en hechos reales

Es la mañana vetusta en el valle de Uixó cuando avanzan dos grises garabatos entre las blanquinosas rocas aun húmedas por la breve tormenta de la madrugada. Llegan las dos sombras a un viejo algarrobo solitario rodeado de aliagas y escombros situado sobre un abandonado talud desde el que se deja ver a lo lejos las ruinas del castillo de Uixó.
Se escucha entre el zumbido de las abejas y el aletear de los insectos el eco de coches con altavoces contratados para hacer campaña electoral. Piden por megafonía a cambio de voto transformación social para un pueblo milenario, viejo, rancio y derrumbado como su castillo. En las calles los ciudadanos son ajenos a la propaganda política. Aburridos y viciosos van de bar en bar contando cotilleos.
El sombrío farandul de ojos de lince,mirada astuta y traidora, lampiño, sucio, delgado, ata al árbol a Platero, un pequeño ponny, y toma el camino del pueblo.
En las aceras abuelas enlutadas regan los jazmines que adornan las fachadas ennegrecidas y agrietadas como las arrugas de sus rostros desfigurados por el tiempo y las penalidades.
Deambula el farandul hasta aterrizar en una taberna que parece una caverna. El bar se encuentra al final de unos callejones sucios, tortuosos, silenciosos de Uixó, donde solo se escucha el correr de los gatos escondiéndose bajo de los coches. Al entrar unas bombillas blancas, viejas, parpadeantes que apenas iluminan dejan ver una parroquia de farandules apoyados sobre una barra.
Una camarera vieja con aspecto de buscona, maquillada en exceso, con falda corta y una cruz sobre el pecho que sobresale del escote le saluda dirigiéndose a un tonel del vino. Porta al farandul el negro licor que bebe de un trago. Hace gesto de otro aun limpiándose el mostacho.
Se escucha una discusión en la mesa del fondo.
Dos ancianos discuten bajo la cabeza de toro disecado, los farandules se vuelven lentamente para observar.
Agustín, el pardals no son cosa meua- grita un anciano intentando escapar de su compañero que hace como se va a levantar para pegarle pero sin decidirse.
El otro anciano agitado, blanco, melancólico y agresivo, gritándole indeciso sobre que actitud tomar, con cólera en los ojos le responde:
Sabes que tenía que ir a visitar a mi mujer con cáncer a valencia, por eso te lo pedí. Es la primera vez en 15 años que salgo de Uixó. ! Vicent, tras todos los favores que te hemos hecho mi mujer y yo en esta vida!
Lo único que te dije era que les dieras de comer a los pájaros. Han muerto de hambre y sed. 30 canarios, 30 canarios que tenía. ! Mi mujer muerta en Valencia, yo en el hospital y los pájaros muertos por qué no has pasado a darles de comer.
Agustin, deixam en pau- dice el anciano uxense con indiferencia a las lagrimas de su amigo. Bebe el vino el anciano, paga, y se va diciendo:
Y a mí que me importan los pájaros.
Agustín queda llorando solo sobre la mesa. Los farandules vuelven a su resignación, solo se escucha en la televisión la cadena de antena tres hablando de las elecciones.
Entra en el sombrío bar el sonido de la megafonía de los coches con la música y los eslóganes de los partidos políticos.
Vuelve a caer una ligera lluvia, de esas tan frecuentes en el levante español a finales de marzo. El agua es acompañada con ráfagas de viento.
Un golpe de viento arranca la rama del algarrobo donde se encuentra el ponny que come bajo la lluvia las hierbas rancias y pobres de la montaña. Al caer la rama el animal sintiéndose libre por primera vez en su vida sale corriendo montaña arriba.
Camina Platero por la estribación de San Antonio. En ese lugar se encuentran dispersas por la montaña casetuchas para pasar el fin de semana y corrales. La mayoría de corrales son ocupados por perros de los cazadores. Varios perros de caza para el jabalí que exhiben unos cazadores al ver a Platero salen corriendo tras él. Los cazadores ríen y achuchan a los perros. Platero con los ojos despavoridos, rechinando, soltando vapor por la fosas nasales galopa seguido por la jauría de canes.
Un joven anarquista que tiene vivienda entre los pobres de San Antonio y se halla haciendo planes para realizar un boicot en las elecciones municipales, alarmado por el ruido de la jauría sale a la calle.
Encuentra a unos metros de su casa al ponny dando coces y mordiscos a los perros que lo tiene rodeado moviendo el rabo y sacando los dientes, como si fuera medio en broma medio en serio el acoso a Platero.
El anarquista entra en la casa y vuelve a salir con una pistola.
Realiza un par de tiros al aire, la jauría se dispersa desilusionada.
Compañero- le dice a platero el anarquista consolándolo- La vida es muy puta, un continuo luchar contra una jauría de canes carnívoros que solo la pólvora puede dispersar.
El ponny que tiembla de miedo se acerca al anarquista. Este le abraza y le ofrece maíz, el animal come y entra en la casa.
La casa es un caos de papeles. Por doquier hay libros y propaganda anarquista, poemas de Miguel Hernández, varios temporizadores y como pisapapeles de unas listas con nombre de empresarios tachados en rojo una pistola parabellum 9 milímetros.
Apaga el ordenador el anarquista y acaricia al ponny.
Vuelve a caer una ráfaga de aire y lluvia que trae del pueblo el sonido de la megafonía de los coches pidiendo el voto.
Platero empieza a devorar un Laurel plantado en una maceta. Mira de reojo a un pastor alemán y una perrita de caza que están tumbados en el sofá durmiendo.
El anarquista acercándose al laurel coge una rama dándole forma de corona que pone sobre su cabeza, dirigiéndose a los animales presentes les dice:
- Soy Caligula, atendedme ciudadanos de Roma y de Uixó, nombro a este ponny llamado Platero alcalde del pueblo, te cedo el bastón del mando.
El anarquista le entrega el laurel que porta sobre la cabeza y el ponny se lo come.

Angelillo de Uixó a jueves 19 de mayo, suceso acontecido en está mañana. Dedicado a Platero.

viernes, 13 de mayo de 2011

Los mercaderes de Uixó. Basado en hechos reales





Los mercaderes de Uixó. Basado en hechos reales.

Las puertas de los comercios de Uixó se abren con las primeras luces del día. Entre bostezos se giran las cerraduras y unos comerciantes ojerosos, morenos, de mirar sanguinario, malcarados, cargados de pensamientos homicidas entran.
Ocupan su nicho los vendedores por las trastiendas, mostradores y escaparates. Portan camisas desabotonadas a lo hispano dejando ver el velludo pecho. Sobre los pectorales cuelga la orfebería en oro de una cabeza esculpida de un cristo patético con corona de espinas.
Los comerciantes al terminar el segundo café con leche de la mañana colocan las cajas a golpes orando:
- Dinero, dinero, dinero, traeme Jesús dinero, dinero, dinero.
Vall d' uxió es un pueblo típico del mediterráneo de casas blancas, urbanismo desmesurado, caótico y gentes que viven únicamente para dos pensamientos: obtener dinero y sexo.

Caminaba a su huerta una mañana de mayo un joven agricultor ecológico llamado Mio Angelillo con su discípulo Jueves. A su paso se abrían al publico algunos comercios.
El maestro andaba, hablaba y observaba un paisaje de flores marchitas engarzadas en las famosas cruces de mayo, pensaba que tendrían algo que ver de la mitología fascista cristiana del valle de uxió cuando su rumiar mental fue interrumpido cuchillo en mano por un verdulero.

Jueves se coloco detrás de su señor asustado por la espantosa presencia del verdulero con los ojos a punto de salirse , estaban en blanco, las abundantes carnes del sedentario vendedor temblaban con sus movimientos poco rítmicos.
La peripatética imagen del verdulero era el esbozo de un garabato de un cómic manga, en el fondo de la calle las flores con las cruces de mayo llenas de avispas y abejas, los comercios abiertos y los vendedores mascullando: Dios dinero, dios dinero, dios dinero.
Angelillo estaba acostumbrado a estas situaciones por ser cotidianas entre los aborígenes del pueblo de Uixó.
-Tranquilo Jueves, no pasará nada. No ves que solo se trata de un loco con un cuchillo- le dijo a su discípulo sonriendo.
Mi señor- le replico insolentemente jueves - vea usted que va armado el verdulero.

Breve historia de un verdulero de Uixó.
El verdulero de Uixó era un hombre de edad al que le faltaban 3 años para jubilarse, no se jubilaba antes para ganar más dinero. Su llegada al pueblo de Uíxo se remontaba hacía más de 30 años, cuando llego descalzo desde Jaen pensando en obtener dinero. Ahorro durante 15 años alimentándose a base de pan y sopas de vino. Trabajaba, contaba el dinero que le daban, soñaba con más dinero, comía , pero...algo paso un día.
Conoció a una mujer del pueblo que pasaba hambre, se enamoro y le prometió que haría dinero. Habló con los padres de la muchacha y se caso. Con el tiempo junto un capital suficiente como para poner una verduleria.
Las cosas al principio le fueron bien, ya que Vall d' uxió aun le quedaban bastantes agricultores. No tuvo problemas en comprar a muy bajo precio las cosechas de sus vecinos. Estos viendo que perdían dinero con los cultivos lo fueron dejando, ya que los agricultores solo pensaban en el dinero.
Rezaban los campesinos con fe sincera todos lo días a cristo, el dios de los mercados, para que les otorgadora más y más dinero.
Obtuvieron la gracia de Cristo vendiendo sus terrenos a los especuladores urbanísticos.
Las cosas para Manuel por entonces marchaban bien. Tenía todo lo que puede desear una persona normal.
Vendía mucha verdura, y al acabar su jornada laboral de 16 horas llegaba a una casa donde le recibían sus seres queridos.
Si, nada es más agradable que el regreso a casa.
Al llegar a su casa le recibía su mujer y una perrita faldera que había comprado llamada Lulu.
Al entrar lo primero que decía a su mujer sacando la mano de un mugriento bolsillo y extendiendo el puño cerrado era:
-mira lo que hoy he ganado.
Su mujer se acercaba al fuerte puño de su esposo temblorosa, gimiendo, pasándose como solo saben hacer las hembras la mano por la frente.
Balbuceaba preguntándole con voz cortada, angustiada, sofocada :
-¿Cuanto, cuanto, cuanto, cuanto, cuanto, cuanto?
Doña Juana llegaba hasta el puño Manuel, lo lamia y se arrodillaba llorando.
Manuel contemplaba la escena enternecido, abría la mano y le tiraba el dinero a la cara, Juana aullaba como la perra que tenía a su lado.
Doña Juana en el suelo entre convulsiones epilépticas de placer contaba el dinero. La perrita labraba histérica ante la alegría familiar.
Si, Manuel se sentía orgulloso de si mismo.
Si, Manuel era un hombre feliz.
Mientras se revolcaba su mujer entre los billetes sacaba un cigarro y se sentaba en el sillón que estaba bajo la foto de su padre.
Fin de la historia de Manuel.


Todo cambio cuando Angelillo empezó con su huerta. Angelillo entro en contacto con Manuel por vivir cerca de su casa. Le pregunto Angelillo un buen día como el que no quiere la cosa si le interesaba comprar sus productos. Manuel dijo que sí y le hizo una oferta tan miserable que Angelillo rechazo diciéndole que para eso prefería hacer trueques.
Manuel que no sabia lo que significaba eso, lo miro en el diccionario y siguió sin comprender.
¿No dinero? Pensó y se dijo: Ya volverá el muchacho, el dinero es lo que manda y mandará, el dinero lo es todo.
Pero no fue así, poco a poco le fue quitando algo de clientela.
La crisis económica, la moda de la comidas basura de pizzas , hamburguesas y un kebat hicieron el resto.
Su mujer empezó a merodear por el kebat.

Breve historia del moro del kebat.
Mohamet era un moro joven que había venido en un patera descalzo desde marruecos pensando en el dinero. Con mucho esfuerzo, trabajando 18 hora al día, rezando a Ala, el dios del dinero, consiguió dinero para ponerse un puesto de comida llamado kebat Ala Mohamet. Para que su negocio fuera rentable trataba de gastar lo menos posible. Metía en las bolas de carne del kebat gatos, ratas, perros, casquería de pollo y cerdo. Todo asado y con especias tenía un gran sabor que enloquecía a la gente por ser la especie humana básicamente carroñera.
Fin de la historia de Mohamet.

Doña Juana estaba decidida a abandonar a su marido que se había vuelto un ser irritable y violento por no ganar dinero.
Juana con peineta, abanico, pin de la bandera de España, se rindió al moro Mohamet.
Mohamet era delgado por unas anemias de su juventud ,bizco de un ojo, tartamudo y de triste dominio del español, pero para doña Juana era como si fuera un guerrero conquistador moro. Juana le auguro suerte en los negocios, y efectivamente le iba muy bien.
Manuel supo de estos romances por boca de todos sus vecinos, amigos, familiares y funcionarios del Ayuntamiento, ya que todos ellos no tenían otra cosa que hacer que comer a grasientos kebat, mirar a los amantes y decírselo a Manuel.
Al principio las cosas como sean, a Manuel le supo mal, pero con el tiempo comprendía que no estaba dando el dinero suficiente como para mantener encendida la llama del amor de Doña Juana.
La herida interna de Manuel cada día se hacia más grande.
Como si no fuera suficiente le punzaban la gente del pueblo preguntándole:
¿ Como le va a tu mujer con Mohamet?
La pregunta a Manuel le sentaba mal, pero le decían otra cosa que le sentaba peor, y era la propuesta de Angelillo y Jueves a renunciar al dinero.
En la opinión de Manuel formada a través de la imagen de Angelillo y Jueves al verlos siempre caminando, sucios, delgados, se le antojaba un horror, junto con las polémicas declaraciones anti dinero. Su pensamiento empezó a tener ideas revolucionarias para salvar el sentido de su existencia.
Si, Manuel iba a hacer algo por primera vez en su vida para salvar los principios morales de Uixó. Se haría un revolucionario al estilo del pueblo, daría un golpe contra los goliardos. La alcaldesa, los concejales, la policía le condecorarían, pondrían calles con su nombre, estatuas y no solo a través del dinero se ganaría el amor de Doña Juana.
Doña Juana ya no acudía a recibirle al llegar a casa.
Él se hurgaba los bolsillos, sacaba calderilla. Por si fuera poco veía todos los días pasar a Angelillo cargado con sus verduras, la herida aumentaba, los pensamientos revolucionarios también.
Jueves y Angelillo le saludaban amablemente, y Manuel lo interpretaba como si se burlarán de él.
La mañana del 16 de mayo al ver a su mujer entrar en el kabat decidió vengarse. Entro en el establecimiento, saludo a Mohamet felicitándole por ganar dinero. Dio un beso a su mujer pidiéndole perdón por no ganar más dinero. Salio a la calle. En ella encontró Mio Angelillo, al verlo saco el cuchillo y abalanzándose lentamente hacia él grito:
Te matare, te matare, ya está aquí la revolución.
Angelillo dejo que se acercara y cuando estuvo a un palmo de su cara lo esquivo sacando su navaja. La introdujo en el hígado de Manuel con tal suavidad que se metió la mano en la víscera. Angelillo saco puño y navaja del hígado. La sangre caliente resbalaba por su mano acariciando su piel.
Manuel cayo como una res estocada en el suelo exclamando con la mirada puesta en el cielo:
el dinero, el dinero, el dinero, hermoso eres dinero, santificado sea tu nombre, hágase tu voluntad en la tierra, libranos de no tenerte, ahhhg...
Doña Juana se entretenía bajándose la falda para alegría de Mohamet que aplaudía y parpadeaba nervioso con el ojo bueno, mientras con el bizco seguía con atención el fin de la pelea.
Angelillo y Jueves siguieron su camino hacia su huerto.
No andaron mucho cuando se escucho un grito.
Detened a ese engendro salido de mi vientre- chillaba una anciana enlutada con la cara llena de sangre- me ha robado.
Cuando llego a la altura de angelillo le dio tal puñetazo al acusado de ladrón en la cabeza que lo detuvo. Jueves contemplando a ese cuerpo enclenque derribado se animo y empezó a darle puntapiés. Angelillo miro y reconoció de quien se trataba.
Era el Lalo, un discapacitado ecocalico cuya anormalidad no le privaba de tener todos los vicios del mundo: Mujeres, alcohol, juego, vagancia...
El Lalo aullaba como un gorrino al que le hubieran dado una punzada. Daba grima apalearlo, pero por otra parte también inspiraba un profundo placer el hacerlo.
Auhjj, auhjjj.- aullaba enroscándose sobre si.
Varios perros que deambulaba se apuntaron a la gran algarabía mordiendo con saña al caído. Un mastín pulgoso de cerca de 60 kilos le arranco una oreja de un bocado. Esto debió de causar pesar al Lalo porque con la mano se tapaba la herida agitándose aun más si cabe por el suelo, semejaba una serpiente partida en dos, daba pena verlo.
La anciana que era su madre llego hasta Angelillo y Jueves. Tenía la mujer los ojos amoratados por los golpes, varios dientes partido, se agarraba el viente con dolor.
-Gracias a dios señores- les dijo la anciana tomando aire para respirar y sujetándose junto a la pared- esta sabandija que parí por no abortar como me aconsejo el señor curandero del pueblo me ha robado la pensión del mes. Quería dinero para irse al bar y a las putas. No piensa en otra cosa desde que se junta con los golfos del bar alegría de la huerta. Me lo llevan al caminas con esas mujeres de la vida, y el mozo que es tonto pero hombre ha cogido afición. Como no hay trabajo pues me roba para vicios, va desesperado con el dinero. Mi pensión es como la de toda anciana de clase obrera, 200 euros al mes. Con eso debo pagar casa, luz, medicina, teléfono, comida y darle algo. Ya me robo la del mes pasado y escondí el dinero. Me ha pegado por no decirle donde estaba escondido. Han hecho ustedes muy bien deteniéndolo, gracias, no se como podre recompensarles, dinero no tengo.
La anciana empezó a cachear a su hijo, dio con el dinero que llevo a la boca para besar y lo contó.
Señora- le dijo angelillo besando la mano de la anciana mientras Jueves reanudaba sus patadas al Lalo -mi deber de caballero obliga a ayudar a los débiles, estoy a su servicio.
La anciana emocionada quiso besar los pies de angelillo. Este rehusó a tan noble gesto y siguió su camino.
No habían torcido la esquina cuando escucharon a unos obreros de los hermanos Aventura que estaban dentro de una zanja.
-Mi dinero, dame mi dinero- se escuchaba el lamento cotidiano y típico oído en las zanjas y los lodazales de España donde hay obreros.

-El otro día el amo aventura te dio un sobre- decía un obrero- llevaba una centésima parte de mi sueldo que me debe desde hace 6 mese. Necesito el dinero, en mi casa mi mujer me lo exige, dámelo.
El otro obrero con la azada en la mano respondía:
El dinero es para mi, aunque estuviera tu nombre escrito, será un error de la secretaria. No te lo doy, si hubieras estado...
sabes que estaba en otra zanja poniendo bordillo para la inauguración de la central nuclear.
Los obrero empezaron a pegarse, uno de ellos de un golpe le abrió el cráneo al otro.

Angelillo y Jesús siguieron su camino hasta llegar a sus campos.
Pasaron el día tranquilos, en paz, como caracteriza a las personas de buena voluntad. Al terminar cosecharon algo del campo para cenar.
Cuando regresaban unos agricultores salieron al camino a su paso gritando:
-Nos quitáis nuestro dinero, queremos nuestro dinero, dinero, dinero, dinero...
-¿Que os pasa buenas gentes?- pregunto angelillo a los agricultores.
Nos habéis robado, os vamos a matar- le dijeron los tres campesinos a la vez blandiendo los garrotes.
Angelillo levanto la cabeza y vio a las espaldas de los campesinos sus huertas saqueadas. Al parecer habían robado. Al ver a Angelillo y Jueves con las verduras pensaban que ellos lo habían hecho. Como con esa gente las razones no valen Angelillo saco la navaja y al grito de:
! Santiago y cierra España! se lanzó al ataque acompañado de su siervo contra las hueste campesina. En el choque atravesaron la falange formada por los tres monigotes. Al girarse para observar el resultado vieron como dos caían de rodillas sujetándose las tripas. El tercero quedaba intacto, miraba con furia y odio descomunal gritando:
- Mi dinero, dinero, dinero...
Volvieron a hacer otra nueva carga, se escucho el ruido sordo de un cuerpo derribado.
Jueves fue derribado. El malvado campesino le había abierto el cráneo de una garrotada. Angelillo se enfureció mucho.
-Canalla- dijo Angelillo- has herido a una criatura inocente, bella, bondadosa, lo pagaras muy caro.
Lanzándose hacia el campesino le apuñalo en el corazón dejando la navaja clavada. El campesino tambaleo unos segundos y se desplomó.
Angelillo se dirigió a Jueves con lagrimas en los ojos, lo cogió con dulzura colocando su cabeza en sus rodillas.
-Mi señor- dijo Jueves- quiero que sepa que he sido muy feliz en su compañía, ha sido un honor servirle y luchar a su lado, creo que no saldré de esta, veo ángeles que vienen por mi.
-Jueves - grito angelillo- no te iras, no te lo permito, en mi compañía nadie muere, nosotros hemos nacido para vencer. No puedes ver ángeles por que somos ateos. Silencio, te curare, tengo una tirita voy a ponértela.

Angelillo de Uixó, hechos ocurridos en Mayo en el pueblo de Uixó en el 2011.

lunes, 2 de mayo de 2011