lunes, 16 de agosto de 2010

manifiesto ante la huelga general





Manifiesto de Angelillo sobre la huelga general.
Calentando motores, I parte.

En septiembre caerán las hojas de los arboles y oscurecerá el día precipitadamente, atrapando en la oscuridad la tarde mortecina mecida por un viento cada vez más frío.
El hombre parado, proletario, indigente, que se entretiene despreocupado por los bares y terrazas de la costa volverá con el otoño, violento de palabra, taciturno y temeroso, maldiciendo su destino.
El comercio se ha tragado desde hace tiempo los instintos de supervivencia de éste hombre, numen principal de nuestra tierra.
Los mercados han desterrado los impulsos de justicia, igualdad y fraternidad de las organizaciones obreras.
Se apaga la aurora roja sobre la frente del obrero conforme baja los puños y se hace dueño del yugo.
Pobre, desdichado, conformista, se encuentra nuestro pueblo, acostumbrado a fuerzas de desventuras a guardarse las penas bajo el dornajo y a luchar por la vida en soledad.
Los que se organizaron para combatir la paradoja de la miseria humana, los sindicatos, como padres que tutelan al proletario decidieron abandonarlo a su suerte borrachos de gloria y fortunas personales.
Éste hijo infame e insalvable de rostro ennegrecido por el sol de campo y por los gases de las fabricas, solo sabe blasfemar y aceptar su miseria deambulando por el lodazal llamado vida de asalariado.
Conforme avanzan las reformas laborales, la dictaduras de los mercados, la manipulación mediática y la inactividad de los sindicatos, las masas proletarias se aborregan.
Los proletarios son carentes del mínimo principio de humanidad y solidaridad por haber sido incapaces de desarrollarse orgánicamente mediante el uso de la fuerza y la razón, imprescindibles para sobrevivir a la opresión de unos pocos privilegiados.
Así este cuerpo que podía haber sido hermoso, libre y digno, es hoy un cuerpo atrofiado, mezquino y miserable que deambula por los servicios sociales o alrededor de familiares y amigos mendigando migajas con las que pasar el día.
Sin rumbo ni horizonte se dibuja la silueta del parado proletario tirado en las aceras de un polígono industrial, o sometido en los centros de trabajo a peores condiciones.
Los sindicatos quinta columnistas han sido colaboradores y cómplices de los mercados.
Durante éste tiempo no se ha escuchado el lamento del pobre al haber asumido esa condición.
La criatura grimosa indigente se limitada a mendigar sin conciencia de que esa no es su naturaleza, le hacen adaptarse a ella la indiferencia de las propias organizaciones sociales permisivas con el burgués en nombre de la paz.
Esa paz la estamos pagando con muchas vidas.
! Tomar la paz vosotros, yo traigo la guerra!
En estos dos años de victorias para el capitalismo (2008-2010) solo se ha escuchado las parrafadas de los poetas, novelistas y músicos bohemios melenudos- andrajosos que presumen de lo miserables que son por amor a los humildes y humillados del pueblo.
Pretendían ser una pistola cargada contra el burgués, aunque los únicos que se han disparados han sido ellos contra sus espíritus atormentados.
Ahora a las solitarias voces de la disidencia se suman de forma forzada , desganada, hipócrita, las prostitutas de la clase obrara: los sindicalistas llamando a la huelga general.
Llaman por las esquinas a manifestarse los demagogos de la clase obrera, sin ganas, por presión popular, dos años tarde, con cinco millones de parados.
Es una situación vergonzosa para ellos el tener que dar este pequeño golpe de efecto a modo de propaganda.
Incluso en el colmo de las calamidades los grandes sindicalistas han tenido que dejar el chófer y mercedes para subir al vagón de tercera e ir a predicar por las playas las bondades de la huelga.
Con argumentos pueriles sobre el drama de los funcionarios y los pensionistas, sin excesivas criticas a un sistema al que están apegados.
Recurren a la huelga general de forma tragicómica, opinando en su ceguera social que bajo ese escudo llamado huelga los proletarios pensaremos que los sindicalista preparan las chispas de la hoguera de la revolución.
Quieren hacer creer eso al obrero miope, poco informado, inculto, de que la huelga general de septiembre va a representar conflictividad, lucha, interés por cambiar las cosas.
Es mentira.
Llevan años intentando evitar todo conflicto, simplemente es propaganda, y como una profecía que se cumple a si misma:
¿Que pasara tras la huelga general?
Lo que se pretende, Nada, salir del paso cara a la galería.
Las reformas seguirán adelante, los sindicatos habrán hecho su propaganda y se felicitaran satisfechos viendo sus siglas en los periódicos de Berlín, París, Madrid, y su honor y coraje puesto en tela de juicio en los últimos tiempos, saldrá victorioso.
Los poetas del pueblo bajo el claro de luna, con rostro blanquecino, pómulos entrantes, demacrados de pesimismo, hambrientos de pan, medio borrachos, agitados como epilépticos por la impacto emocional de la desesperanza de que el día acabado como empezó:
En verbena obrera con banderas, pitos, himnos, buena voluntad, globos, nada más.
Contaran envueltos en sus harapos las desgracias del pueblo español mirando el pasado soñando con Quevedo, Gongora, Hernández, las colectivizaciones de los anarquistas y la lucha revolucionaria.

Frente a los que convocan la huelga general con fines mediáticos yo os convoco:
Obreros, parados, poetas, músicos, afiliados a sindicatos, indigentes, presos, enfermos mentales, tullidos, vagos, golfos, prostitutas, mendigos, transexuales: acción directa contra los patronos y el estado.
Uso de la fuerza para establecer un reparto de las riquezas que son de todos.
Yo os convoco no a una huelga de un solo día, si no a la toma de las fabricas, de los bancos, los inem, las ETT, los ayuntamientos, los cuarteles, las prisiones , manicomios, iglesias, el parlamento...

Angelillo el valle Uixó frente a la huelga general.

1 comentario:

  1. Veo por las fotos que estas de reformas, ya me invitaras a ver la casa cuando este acabada, o mejor si eso antes ;)

    saludos!!!

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